El nervio vago, el menos vago de todos

Nervio Vago Lucía Gayoso
El nervio vago desempeña un papel crucial en nuestra salud física y mental. Es el nervio más largo que tenemos en el cuerpo. Se extiende desde el tronco cerebral, más o menos detrás de las orejas, cruzando el tórax hasta el abdomen y es una vía de comunicación vital entre el cerebro y varios órganos importantes. Su nombre proviene del latín «vagus», que significa «vago» o «errante» que nada tiene que ver con su vagancia, sino que hace alusión a la extensa distribución del nervio vago a lo largo del cuerpo y su conexión con múltiples órganos: corazón, pulmones, estómago, intestino, páncreas, hígado, riñones, bazo y vesícula.

Funciones del nervio vago

El nervio vago es una parte fundamental del sistema nervioso parasimpático, que controla funciones involuntarias como la frecuencia cardíaca, la digestión y la respiración. También desempeña un papel fundamental en la gestión del estrés y está involucrado en la modulación del sistema inmunológico, por lo que puede modular la respuesta inflamatoria del cuerpo y el mantenimiento de la homeostasis intestinal.

A través del nervio vago, el cerebro se comunica con el intestino y viceversa, formando parte de lo que se conoce como eje intestino-cerebro. Por un lado, a través de su actividad motora, el nervio vago manda señales para mover el intestino (peristaltismo) y por otro lado, metabolitos de la microbiota intestinal pueden comunicarse por vía vagal con el sistema nervioso y verse reflejado en la función cerebral.

Además de todo esto, el nervio vago está involucrado en las emociones, comportamiento, aprendizaje, memoria y sensación de bienestar puesto que activa partes del cerebro como la ínsula y el sistema límbico que están involucrados en estos procesos.

Activación del nervio vago: ¿cómo estimularlo?

Cuidar el nervio vago es vital porque regula funciones clave del organismo. Es el principal sistema de control inflamatorio del cuerpo, estimula el tránsito intestinal, reduce el cortisol en sangre y nuestra presión arterial y nos ayuda a conectar con la sensación de bienestar, entre tantos otros beneficios.

Referencias bibliográficas: